Cómo apoyar a quienes sufren ansiedad y pánico: El papel del entorno es clave

Cuando alguien cercano sufre ansiedad o ataques de pánico, es normal querer ayudar, pero muchas veces, sin darnos cuenta, podemos decir o hacer cosas que no aportan o incluso, pueden hacer sentir peor a la persona.

Esa fue mi experiencia durante las crisis de angustia y pánico que viví hace unos años atrás, sentía que mi mundo interno se derrumbaba poco a poco. Las sensaciones físicas me estresaban cada vez más, porque sentía que cada día aparecían nuevas. No tenía el control de mis emociones y ni de mis pensamientos… y lo que al principio era una inquietud pasajera se fue apoderando de mi vida, hasta el punto de perder el ritmo natural de mi respiración durante meses.

Pero lo más difícil, no era solo lo que sentía dentro de mí, sino lo que me desesperaba también, era la forma en que los demás reaccionaban (familiares, amigos e incluso algunos médicos) y aunque las personas a mi alrededor tenían la mejor intención, muchas veces sus palabras o actitudes no me ayudaban, me decían frases como: “no es para tanto”, “tranquilízate”, “eso no es nada, ya pasará”, “no pienses en eso”, “todos los exámenes médicos están bien, no tienes nada”, solo me hacía sentir más incomprendida y sola en mi desesperación. Pero la ansiedad y el pánico no funcionan así. No es algo que desaparece solo porque alguien te diga que te « calmes o que no tienes nada ».

Muchas personas creen que la ansiedad es estar nervioso o estresado, pero en realidad es una respuesta del cuerpo que puede generar síntomas físicos y emocionales muy intensos. En realidad la ansiedad afecta al sistema nervioso y necesita estrategias concretas para ser manejadas. Cuando alguien dice « siento que me voy a morir » durante un ataque de pánico, no es una exageración, es que realmente lo está sintiendo y viviendo así.

En mi proceso de recuperación, la sofrología fue clave. A través de técnicas de relajación y respiración, logré reconectar con mi cuerpo, recuperar el ciclo natural de respiración y tener el control de mis emociones.

Si tienes a alguien en tu vida que está pasando por ataques de ansiedad, pánico e incluso depresión, quiero compartirte cómo puedes acompañarlo realmente, desde la comprensión y el respeto. Aquí tienes 3 consejos prácticos de lo qué puedes hacer y lo qué debes evitar:

1.- Las personas con ansiedad no necesitan que les digas que todo está bien. Necesitan que las escuches sin juzgar o minimizar:

Qué hacer:

• Permite que se expresen sin interrumpir ni intentar solucionar el problema inmediatamente.

• Usa frases como: “Te escucho, ¿quieres hablar de cómo te sientes?”, “estoy aquí para ti”, “no estás solo/a en esto.”

Qué evitar:

• “No pienses en eso.” → Es imposible dejar de pensar en algo por simple voluntad.

• “Seguro es solo estrés, ya se te pasará.” → Minimizar el problema solo hace que la persona se sienta incomprendida.

2.- Cuando alguien está en plena crisis de pánico, su mente y cuerpo están en alerta máxima. Si tú también entras en pánico o intentas forzar una solución rápida, solo aumentará su ansiedad. Mantén la calma y sé su apoyo:

Qué hacer:

• Mantén una actitud tranquila y confiable.

• Respira lentamente y acompaña con frases como: “Estoy aquí, respiremos juntos”, “tómate tu tiempo, no hay prisa.”

• Acompaña físicamente si lo necesita, pero sin invadir su espacio.

Qué evitar:

• “¡Cálmate!” → Decir esto genera más presión y empeora la crisis.

• “¡Tienes que ser fuerte!” → Hace que la persona se sienta débil o culpable por lo que siente.

3.– Superar la ansiedad no es algo que se logra de un día para otro. Cada persona avanza a su ritmo. Respeta su proceso y no la presiones:

Qué hacer:

• Sé paciente y respeta sus tiempos.

• Pregunta qué necesita en lugar de asumirlo: “¿Cómo puedo ayudarte?”, “¿Quieres que te acompañe a alguna parte?”

• Celebra pequeños logros con comentarios positivos: “Hoy diste un paso importante”, “estoy orgulloso/a de ti por intentarlo.”

Qué evitar:

• “Pero si ayer estabas mejor, ¿qué pasó?” → La ansiedad no sigue una línea recta de mejora.

• “Tienes que salir más/divertirte más.” → Obligar a la persona a hacer algo que no está lista para hacer genera más ansiedad.

Acompañar a alguien con ansiedad es un desafío emocional que también afecta a los seres queridos. Es normal sentir miedo, frustración o incluso agotamiento al no saber cómo ayudar, más aún, si nunca has experimentado ansiedad o ataques de pánico, ya que se dificulta entender lo que siente una persona que los padece. Por eso mi recomendación es de aprender sobre ansiedad. Cuanto más te informes sobre el tema, comprendas lo que significa vivir con ansiedad, cuales son las ayudas profesionales o herramientas, te permitirá acompañar desde la empatía y no desde la frustración o el desconocimiento. Un entorno informado, comprensivo y paciente puede marcar la diferencia en su proceso de recuperación.

Si conoces a alguien que está pasando por ansiedad o pánico o si quieres aplicar herramientas para tu propio bienestar (recuerda que ambas partes pueden verse afectadas), te invito a compartir éste artículo y a explorar mis sesiones de sofrología para reducir la activación del sistema nerviosos y mis sesiones de coaching para trabajar la mentalidad y la confianza en ti, ambos son claves para recuperar tu equilibrio y tu bienestar.

Si este tema te interesa y quieres recibir mas consejos sobre la sofrologia y el coaching Egoísmo Positivo suscríbete a mi newsletters aquí.

Soy Eli Gomez
Terapeuta Sofróloga
Coach Egoísmo Positivo

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